1. Uso de Energías Renovables
Fomentar el uso de energías limpias y renovables como la solar, eólica e hidráulica puede reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero. La transición hacia estas fuentes de energía es crucial para combatir el cambio climático.

2. Reducción del Uso de Combustibles Fósiles
Reducir la dependencia de los combustibles fósiles como el petróleo, gas y carbón es fundamental para frenar el calentamiento global. Impulsar el transporte público y vehículos eléctricos, así como promover la eficiencia energética, son pasos importantes hacia este objetivo.

3. Reforestación y Conservación de Bosques
Los árboles juegan un papel esencial en la captura de dióxido de carbono. La reforestación y la protección de los bosques existentes ayudan a mitigar el impacto del cambio climático al aumentar la cantidad de CO₂ absorbido por los ecosistemas naturales.

4. Promoción de la Agricultura Sostenible
Adoptar prácticas agrícolas sostenibles como el uso eficiente del agua, la rotación de cultivos y la agricultura orgánica puede ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la salud de los suelos, contribuyendo así a un sistema alimentario más sostenible.

5. Reducción de Residuos y Reciclaje
Disminuir la cantidad de residuos generados y promover el reciclaje son formas efectivas de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Reducir la cantidad de desechos sólidos también contribuye a la disminución de la contaminación del aire, suelo y agua.

6. Cambios en el Estilo de Vida
Adoptar un estilo de vida más sostenible, como consumir menos productos de un solo uso, reducir el desperdicio de alimentos y optar por dietas más sostenibles, puede contribuir de manera significativa a la mitigación del cambio climático.
